miércoles, 24 de octubre de 2012

Calefacción segura y eficiente con calderas de biomasa



La biomasa es, en definitiva, un tipo de energía renovable que se basa en la combustión de la materia orgánica procedente de residuos agrícolas, forestales o de industrias agroforestales, lo que implica una reducción de los costes energéticos y económicos.

El calor producido por las calderas de biomasa se utiliza principalmente para satisfacer las demandas de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria, pero puede utilizarse para otras aplicaciones como procesos industriales.


El uso de la biomasa presenta diferentes ventajas frente al uso de las calderas convencionales, como ser una fuente de energía inagotable y no contaminante, disminuir la dependencia hacia los combustibles fósiles y los problemas derivados de su uso, ayudar a la limpieza de los montes facilitando y economizando la manera de desprenderse de la poda, incentivar el uso de los residuos de determinadas industrias, como la maderera o la agrícola (cáscaras de frutos secos, huesos de aceituna...), generar menores emisiones que los combustibles fósiles y fomentar la creación de puestos de trabajo. Además, tiene un coste muy inferior al de la energía convencional, por lo que genera unos ahorros importantes, y existe una tecnología muy avanzada, con garantía de funcionamiento, alto rendimiento, fiabilidad y una gran seguridad.


Funcionamiento de una caldera de biomasa

Si tomamos como ejemplo una caldera de biomasa y analizamos su funcionamiento, nos daremos cuenta de que el fabricante no ha dejado nada a la improvisación, sino que todo su funcionamiento está perfectamente diseñado y optimizado para obtener los mejores resultados, con el mayor ahorro y la máxima seguridad.

Así, por ejemplo, tomemos el modelo Powerfire de KWB, que puede alcanzar hasta 300 kW de potencia, con un rendimiento que ronda el 93% y que utilice un sistema de alimentación de combustible automático desde el silo de almacenamiento, compuesto por un tornillo sinfín y un agitador de lamas de acero. El agitador gira dentro del silo y empuja la biomasa hasta hacerla caer en el canal en el que está alojado el tornillo sinfín. Una vez en dicho canal, la biomasa se transporta por el tornillo sinfín hasta un depósito intermedio desde el cual se alimentará directamente al quemador de la caldera mediante un tornillo sinfín de menor capacidad, adecuado a las necesidades de combustible en el plato.

El sistema de combustión está formado por una parrilla giratoria. El combustible se desplaza describiendo una trayectoria circular, realizándose la combustión de forma progresiva. Se trata de un sistema de combustión exclusivo de KWB, que facilita la correcta distribución del combustible en la parrilla asegurando la formación óptima de un lecho de brasas estacionario y unas condiciones de gasificación óptimas.

El encendido de la caldera es totalmente automático. En función de si existen brasas remanentes o no, se introduce aire frío o aire previamente calentado haciéndolo pasar por una resistencia eléctrica.

La combustión primaria, en la que el carbón del combustible se combina con oxígeno, formando principalmente CO, se produce en una parrilla giratoria. La entrada de aire de combustión primaria se produce a través de ventiladores con regulador de velocidad situados debajo de la parrilla giratoria. Ésta cuenta con un sistema especial de distribución de aire, que gracias al movimiento giratorio de la parrilla asegura un suministro de aire progresivo y escalonado. La progresiva entrada de aire permite una adaptación óptima de la cantidad de aire suministrado y de la velocidad de gasificación del combustible en la parrilla.

La combustión secundaria, en la que el CO producido en la combustión primaria se combina con más moléculas de oxígeno para formar CO2, se realiza en una cámara con efecto ciclón, en la que se consiguen los tres factores necesarios para la combustión completa: oxígeno, temperatura y tiempo de residencia. En esta cámara se produce, gracias a las toberas de introducción de aire secundario con un diseño exclusivo, un flujo rotativo de los gases para que se produzca una mezcla perfecta, así como un efecto ciclón. Este efecto ciclón asegura además una mínima emisión de partículas, ya que parte de éstas se depositan antes de pasar por el intercambiador de calor.

El intercambiador de calor está compuesto por un haz de tubos vertical con turbuladores de alta eficiencia. Estos turbuladores cumplen la doble función de facilitar un elevado intercambio de calor debido a la turbulencia creada al paso de los gases; así como permiten la limpieza de los gases de salida. Los turbuladores están conectados a un sistema automático de limpieza de la ceniza, lo que permite mantener la eficiencia al máximo en todo momento. Finalmente un tornillo sinfín de extracción de la ceniza retirará toda la ceniza del sistema, que luego será compactada en un contenedor externo.

La caldera cuenta con numerosos sistemas de seguridad integrados. En cuanto al sistema de seguridad anti-incendio, éste comprende varios niveles independientes unos de otros: unas células fotoeléctricas que regulan la introducción de combustible a la cámara de combustión, un depósito de agua para extinción de emergencia en caso de aumento de temperatura en el canal de alimentación y una compuerta de cierre estanca que se cerraría incluso en caso de corte eléctrico para impedir el retroceso de la llama hacia el silo de combustible.

La caldera cuenta además con un sistema de regulación de la depresión en la cámara de combustión, así como una sonda lambda que mide la cantidad de oxígeno en los gases de salida. En función de la concentración de oxígeno medida regula, mediante un sistema proporcional integral derivativo, la introducción tanto de combustible como de aire secundario.


El sistema de regulación de la caldera KWB, con microprocesador KWB Comfort 3,  modula la potencia de la caldera automáticamente desde el estado de disposición hasta el de plena carga. Este sistema de regulación garantiza unas condiciones óptimas de combustión, pocas emisiones y la máxima rentabilidad.

La instalación puede incorporar el programa Confort Visio de KWB para la monitorización y telegestión de la caldera, que permite gestionarla mediante un control remoto a través de un ordenador.


La sala de calderas y el silo de combustible

Las salas de calderas difieren poco de una sala para calderas convencionales, con los aislamientos y las salidas de humos adecuadas. Los silos si que marcan la diferencia, ya que la biomasa ocupa un mayor volumen que los combustibles fósiles. Así se hace necesaria la construcción de silos adecuados y de fácil acceso para facilitar las cargas de combustible. Hay diversos sistemas, pero en silos de acceso más complejo es frecuente utilizar mangueras de llenado, que se conectan directamente desde los camiones que transportan el combustible. Y también es habitual utilizar silos enterrados o a nivel inferior que permiten el llenado desde una compuerta superior.

El uso de tornillos sinfín para la alimentación de las calderas puede permitir también que el silo esté situado a cierta distancia de la sala de calderas y resolver dicho tramo mediante un mayor número de metros de tornillo sinfín y transportar la biomasa por su canal hasta la caldera o un depósito intermedio. Otros modelos de caldera, tanto de KWB como de otros fabricantes, permiten cubrir estas distancias mediante sistemas de alimentación neumática.

También es posible utilizar silos de lona u otros sistemas adaptados, si la construcción de silos de hormigón no es posible o no hay espacio para ello.


La inversión y el ahorro en biomasa

La inversión inicial en calderas de biomasa puede ser superior a la instalación de una caldera convencional (esto sin tener en cuenta las normativas que obligan al uso de algún sistema renovable en nuevas instalaciones y que hacen encarecer una instalación de caldera convencional con, por ejemplo, sistemas solares complementarios). En cualquier caso, el ahorro que supone utilizar un combustible más barato hace que la inversión se amortice en un corto período de tiempo. Por ejemplo, para una caldera de biomasa de 300 kW, la inversión total para caldera e instalación puede llegar a 130.000€. Pero la diferencia de precio entre los dos combustibles hace que el gasto en éste se reduzca a menos de la mitad pudiendo llegar con determinadas biomasas, como las astillas, a un ahorro de un 70-80%. Así, el gasto anual de gasoil para una caldera de 300 kW sería aproximadamente de 45.000€, mientras que si se consume biomasa el gasto se reduce a 11.000€ anuales (ahorro del 75%). En este caso vemos que en un año se ahorrarían unos 34.000€, quedando amortizada la instalación en menos de 4 años (teniendo en cuenta que el precio del gasoil permanecerá estable, cosa bastante improbable). En 20 años la instalación tendrá un ahorro total de más de 500.000 € en la factura de calefacción.

jueves, 18 de octubre de 2012

El Estándar Passivhaus



El Estándar Passivhaus son casas ideadas en Alemania, que están herméticamente cerradas (aunque disponen de ventanas con sistema de apertura) y que renuevan el aire a través de un sistema que consigue mantener el calor dentro de la casa. De esta forma, la casa pasiva puede carecer totalmente de caldera porque conserva todo el calor que recibe del sol y de los cuerpos humanos que la habitan. Dado que ha sido desarrollada para climas fríos, muchos dudan de su aplicación en el clima mediterráneo.

El estándar se ha desarrollado en Alemania y Suecia, países con un clima diferente al de España. Pero, como ha demostrado Wolfgang Schnieders en su estudio “Passive Houses in South West Europe”: en Sevilla la demanda de calefacción durante los meses de invierno es más alta que la demanda de refrigeración durante el verano. En este estudio se justifica que es necesario protegerse con aislamiento térmico no solamente del frío, sino también del calor, especialmente en los elementos constructivos más expuestos al sol durante el verano.


ESTÁNDAR PASSIVHAUS

One of the original 1990 Passive Houses, located in Darmstadt.

Han pasado 20 años desde que se terminó la primera construcción de tipo Passivhaus en Darmstadt, cerca de Frankfurt. Este primer proyecto contaba todavía con un sistema de calefacción convencional, del cual se prescindió en los proyectos posteriores. Y lo mas importante: el consumo energético es tan bajo en la teoría del estándar formulado como en los edificios reales construidos, y ese primer edificio todavía hoy sigue funcionando según los criterios del cálculo original.


Desde aquella primera contrucción Passivhaus se han construido miles de edificios siguiendo los criterios del estándar y no solamente en Alemania. Hay ejemplos en casi todos los paises europeos, en EEUU, en Japón, y también hay ejemplos en el clima mediterráneo, en paises como Italia y Francia.

Lo que se ha comprobado en la práctica durante estos veinte años es que se trata de un estándar muy fiable, que cumple con las previsiones de un consumo mínimo, proporcionando al mismo tiempo un confort mucho mayor que las construcciones convencionales.

El estándar Passivhaus se trata de un concepto energético aplicable a cualquier estilo de diseño arquitectónico, cualquier estilo de construcción, cualquier material. El consumo energético se reduce a un mínimo gracias a la aplicación de medidas pasivas y de las características técnicas del estándar.

El tratarse de un estándar implica que se cumplen unos requisitos mínimos, lo cual permite comparar la calidad y prestaciones de la construcción, allí donde está situada.

DISEÑOS PASIVOS



Las medidas pasivas son aquellas estrategias que aprovechan el diseño y emplazamiento del edificio para controlar las ganancias de calor y las pérdidas de energía, sin incluir ningún sistema mecánico, como son:
  • Orientación
  • Forma y dimensión del edificio
  • Tamaño, proporción y orientación adecuada de los huecos
  • Protección solar de los huecos
  • Ventilación natural
  • Comportamiento térmico de los materiales

Técnicas pasivas como la ventilación cruzada o la incorporación de aleros para dar sombra en verano, son muy eficaces y están presentes en la arquitectura. 

CRITERIOS TÉCNICOS

Las técnicas pasivas se concretan y definen con soluciones y materiales actuales, siguiendo los “criterios del estándar”:
  • El aislamiento térmico. Un buen aislamiento significa la reducción directa de las pérdidas de calor: es beneficioso tanto en invierno como en verano. La capa de aislamiento tiene que ser contínua y sin interrupciones, “empaquetando” todo el edificio, para evitar los puentes térmicos.
  • Estanqueidad. La "piel" del edificio tiene que ser lo más estanca posible, sellando todas las uniones de materiales del edificio, para garantizar que no se produzcan fugas no deseadas de calor / frío.
  • Ventanas. Las carpinterías son el elemento más “débil” de la envolvente. Tienen una doble función: reducir el flujo térmico y permitir ganancias solares en invierno. Tienen que tener una calidad muy alta para garantizar un alto grado de confort.
  • Ventilación. Renovación aproximada de un tercio del volumen de aire de los espacios  cada hora. La ventilación mecánica permite la recuperación de calor (o frío) del aire renovado mayor del 75% mediante recuperadores de calor. Esta cantidad de energía recuperada es suficiente para poder prescindir de un sistema convencional de calefacción. Para la climatización del edificio bastaría con una pequeña bomba de calor.
DEMANDA ENERGÉTICA

La combinación entre las medidas pasivas y los criterios técnicos del estándar hacen posible cumplir los llamados “criterios obligatorios” del mismo:

La demanda máxima de energía útil son 15 kWh/m2año en calefacción y refrigeración.

El consumo de energía primaria (consumo energético para calefacción, refrigeración, ACS y electricidad) son 120 kWh/m2 y año como máximo.


En comparación con una vivienda nueva construida de forma tradicional, que alcanza como término medio una demanda de calefacción de unos 100 kWh/m2a, el estándar passivhaus consume casi siete veces menos (15 kWh/m2a).


Tan importante es el pequeño consumo de calefacción que el agua caliente sanitaria (ACS) tiene un mayor consumo. Al contrario que ocurre en cualquier casa construida de forma tradicional. Interesante es el aporte solar que según el CTE-HE4 hay que aportar entre el 60% y 70% de esta demanda, a través de la energía del Sol (se admiten, justificadamente, otras fuentes renovables).

Como hemos visto construir una Casa Pasiva resulta bastante interesante y amortizable a medio plazo respecto a una vivienda tradicional.

lunes, 8 de octubre de 2012

Sistema Híbrido de Climatización (Caldera + Bomba de Calor)

Gas Natural y Junkers impulsarán el Sistema Híbrido
5965El pasado día cuatro de octubre se firmó un acuerdo entre Gas Natural y Junkers por el cual ambas partes se comprometen a promover la utilización de soluciones híbridas, basadas en el uso combinado de dos tecnologías en el campo de la climatización; siendo una de ellas, renovable. Según el acuerdo difundido por la compañía gasista, ambas empresas impulsarán el uso de sistemas híbridos (caldera de condensación más bomba de calor eléctrica) como una solución eficiente tanto desde el punto de vista técnico como medioambiental.

Al mismo tiempo, ambas empresas participarán en jornadas técnicas de divulgación y llevaran a cabo estudios que pongan de manifiesto la utilidad de solución híbrida en los sectores residencial y terciaria, e impulsen la conexión de nuevos puntos de suministro a la red de distribución de gas natural. Se trata de colaborar en la promoción de una solución térmica eficiente, tanto desde el punto de vista técnico como medioambiental y divulgar una tecnología que alcanzará en breve una mayor relevancia debido a su inclusión en la Directiva ErP, que establece una serie de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos que utilizan energía.
La firma del correspondiente convenio de colaboración se llevó a cabo en las instalaciones de la sede social de Gas Natural en Madrid, por parte de José Ignacio Mestre Martínez, director general de Bosch Termotecnia en Iberia, en representación de Junkers (GrupoBosch); y de José María Gil Aizpuru, director general de Gas Natural Distribución.
Junkers, marca perteneciente a la división Termotecnia del Grupo Bosch, ofrece en su actual programa una amplia gama de soluciones de calefacción, agua caliente sanitaria y aire acondicionado que protegen tanto el medio ambiente como los recursos naturales. El objetivo es cumplir con los requerimientos de confort necesarios al menor coste energético y con las menores emisiones. Buen ejemplo de ello es la caldera CerapurSolar que funciona como un sistema integrado de alta eficiencia, adaptable a captadores solares para la producción de agua caliente sanitaria y calefacción.